La visión de Amaarae la ha llevado a predecir movimientos específicos desde sus inicios hasta la concepción actual de la música, ya que desde pequeña en Atlanta fue testigo del surgimiento de grandes ecosistemas musicales como el trap local, R&B, afrobeats y afropop filtrado por los inmigrantes africanos a Estados Unidos, de ahí que se trasladará a su país natal Ghana donde terminó de desarrollar un sonido global el cual en su nuevo tercer LP roses are red, tears are blue se percibe más fuertemente.
Su capacidad de ver entre líneas, conceptualizar tendencias, su necedad y arrojo han hecho que Amaarae nos entregue un álbum sin fronteras de géneros. roses are red, tears are blue es un esfuerzo que no se encasilla, simplemente se puede hacer referencia a los géneros como el R&B, afrobeats, afropop, amapiano, hip hop y pop con los que ha creado mezclas excepcionales utilizando texturas catalizadoras que van desde elementos árabes y del este asiático hasta notas caprichosas de arpa y flauta, esto mientras su delicada y encantadora voz entrelaza las complejas producciones sonoras que ha desarrollado y de lo cual comentó:
"Realmente es la continuación de la historia de Fountain Baby. El viaje musical es profundamente sentimental y reflexivo e implica pasar por los movimientos de encontrarse a uno mismo, pero también enamorarse de alguien o algo de lo que no estás muy seguro".
Este álbum en realidad es un EP, la continuación de su batazo A Fountain Baby del 2013, Amaarae lo marca como roses are red, tears are blue - A Fountain Baby Extended Play y lo divide en un disco 1 y disco 2 con 7 nuevas canciones llenas de poder, ritmos generosos, líricas emocionalmente hábiles y profundas que sumergen al escucha en un caleidoscopio de emociones, destreza instrumental y giros impredecibles que enriquecen el material como lo percibimos en “sweeeet”, “this” o “THUG (Truly Humble Under God)”.
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