Caótico, glitchy, una mezcla irresistible de bubblegum bass, ambient e industrial, con vocales alienígenas y manipulación vocal que desafía la realidad. Así recordamos “Immaterial”, la que muchos consideran la mejor canción de SOPHIE, la visionaria madre del hyperpop, cuyo diseño de sonido redefinió el pop moderno.
Con reverberaciones angelicales y arpegios intergalácticos, SOPHIE llevó la música a territorios siniestros y violentos, pero también utópicos y físicos, creando un paisaje sonoro que seduce y provoca. Sus letras, extrañas y misteriosas, abrían puertas a lo desconocido, desafiando el concepto del pop como un espacio accesible y seguro. SOPHIE no solo rompió esas barreras, sino que las reinventó.
A lo largo de su carrera, se ocultó tras avatares y colaboró con prominentes voces del pop experimental como Charli XCX, con quien lanzó la icónica “Vroom Vroom", canción y nombre de un EP que adelantaba un álbum que nunca llegó debido a la interferencia del sello. "La gente no estaba lista para eso", dijeron. Sin embargo, en 2017, SOPHIE reveló su imagen por primera vez con el sencillo "It's Okay to Cry", marcando un giro hacia una nueva era visual y sonora.
En 2018, lanzó su álbum debut OIL OF EVERY PEARL’S UN-INSIDES y trabajaba en su segundo proyecto cuando, el 30 de enero de 2021, el mundo perdió a SOPHIE tras un trágico accidente en Atenas. Su partida dejó un vacío insustituible en la música. Charli XCX le dedicó su álbum CRASH y la honra en su tema "So I", que forma parte de BRAT, el álbum más exitoso de su carrera.
El impacto de SOPHIE en la música moderna es incalculable, con artistas como A.G. Cook, Kim Petras, ARCA, Caroline Polacheck, y más recientemente, reminiscencias en el nuevo álbum de Katy Perry. Ahora, su hermano Benny Long, junto a colaboradores cercanos como Jozzy, Juliana Huxtable y Hannah Diamond, lanzaron el álbum póstumo de SOPHIE, una obra que ofrece una ventana a lo que podría haber sido su segundo disco.
Este nuevo álbum se adentra en el ambient experimental y el dance, con tracks más lentos y delicados que exploran la vida, la abstracción y la autoaceptación. Aunque la voz de SOPHIE no está presente en esta entrega, su esencia vive a través de otros artistas, creando un espacio sonoro íntimo y único. Con una duración de 1 hora y 7 minutos, esta obra es impecable en su producción, aunque la tristeza inevitable es saber que es el último trabajo que podremos escuchar de ella.
El álbum, que originalmente iba a ser más extenso, fue reducido por cuestiones de la disquera y la ausencia de SOPHIE. La primera mitad tiene la fuerza de un thriller de A24, caótica y abrasiva, con elementos de white noise, ruido industrial y un terror instrumental que te prepara para lo que viene. La segunda es una fiesta bajo la luna, te invita a bailar como si no hubiera mañana y a ser tú sin juicio alguno. En comparación con su primer disco, este es un trabajo mucho más coherente, con una narrativa sonora que conecta cada pista de manera fluida.
Los últimos dos tracks de este álbum póstumo merecen una mención especial. El primero, "My Forever" ft. Celine Believe, es una pieza profundamente conmovedora que evoca la partida de SOPHIE. Las etéreas vocales de Celine abrazan el anhelo melancólico de SOPHIE, logrando elevar la esencia de un pop suave y nostálgico que parece rendir tributo a su legado.
Por otro lado, "Love Me Off Earth" ft. DOSS es una joya instrumental que te invita a saborear cada matiz de este proyecto. Desde las delicadas teclas tintineantes hasta las voces que se transforman y reconfiguran a mitad del tema, cada instante está diseñado para cautivar. Esta canción se siente como un abrazo de SOPHIE desde el cielo, un destello de energía que te envuelve, invitando a bailar mientras sientes su presencia en cada nota.
Este álbum no es solo música; es una reflexión existencial sobre nuestra colectividad e individualidad, una exploración de la mente, el cuerpo y el alma. SOPHIE, siempre una alma existencialista, nos dejó con una obra final que encapsula su búsqueda incesante por respuestas en un mundo complejo.
Es doloroso aceptar que, aunque este álbum es impecable, no alcanza a ser su obra más destacada. Su debut fue un comienzo impactante, pero tampoco representó la cúspide de lo que SOPHIE pudo haber logrado. Es una pena que nunca sabremos cómo habría sido su evolución hacia una obra perfecta o su éxito más rotundo. Su historia, trágicamente interrumpida, queda como un libro sin terminar, una narrativa que nunca podrá completar su capítulo final.
Comentarios