Juanpalitoschinos “Estoy Muy Bien / Tú”

Juanpalitoschinos por fin liberó su álbum debut Natsukashii el cual cocinaron a fuego muy lento y del que solo nos daban pocas cucharadas deliciosas de un hermoso material, en el que la instrumentación fue cuidada casi de manera quirúrgica para que se sintiese hermosamente atemporal con su fusión de city pop, funk e indie pop con lo que enamoraran canción tras canción como lo hacen con “Estoy Muy Bien” y “Tú”.

Natsukashii cuenta con un flujo ligero, sumamente amable y digerible, donde el baile, su atmósfera sonora onírica y el sentimentalismo en sus letras son los grandes hitos de JP y Friné. Eso lo podemos percibir a través de cada uno de sus 12 tracks. 

Pero de los temas inéditos que se llevan un foco especial son “Estoy muy bien” en donde el bamboleo se apodera de las caderas y el ser, al encumbrar con mucha elegancia el funk y el city pop con un bajeo esponjoso excelso plagado de groove, junto con el resonar satinado incesante del piano, la batería impetuosa y una guitarra chirriante que llena de energía el corte, que de una manera alegre y con dejos de bravura se burlan de esa persona a la que no le importaste, la cual jugó con tu sentir y ahora estás muy bien, dejando atrás ese pasaje y estando alegre de haber roto ese lastre que te lastimó y ahora floreces otra vez.

La segunda entrega a la cual le tienes que poner atención especial es al genial “Tú”, en donde con trazos de big band a través de los metales, el espumoso bajeo, los delicados detalles luminosos en los sintetizadores y la batería elegante, pero intensa crean un gran camino para que los vocales tomen la batuta del corte en el que nos hablan de poner esas barreras para uno mismo, aunque la otra persona te vuelva loco, y que al mismo tiempo está bien permitirse ciertos detalles con ella para volver a conectar y que el amor y la adrenalina vuelvan a recorrer ambos cuerpos, aunque al final sabes que solo serán destellos juguetones de lo que ya no podría pasar.

Juanpalitoschinos justo ahora son los amos de la atemporalidad en Natsukashii haciéndola sentir fresca y con una carga sentimental importante al jugar con el amor y el desamor de una manera sofisticada llevándote a la pista de baile con una arquitectura sonora que muchos artistas de los 70 y 80 hubieran querido tener.